Mucho antes de la creación del hombre en la tierra, Dios creó poderosos seres espirituales para obrar como Sus agentes y mensajeros. Creados en muchas formas y variadas funciones, también Dios les dio libre albedrio. Algunos, guiados por el querubín Lucifer, ahora conocido como Satanás, el Adversario, decidieron rebelarse contra el gobierno de Dios, así transformándose ellos mismos en demonios. Solamente dos ángeles aparte de Lucifer son mencionados en la Biblia: Miguel y Gabriel. Ellos y el resto de los ángeles que se mantuvieron leales a Dios ahora funcionan como ministros espirituales para ayudar a la humanidad alcanzar salvación.

Job 38:7; Salmos 91:11-12; Ezequiel 1:5-14; 28:14-17; Isaías 14:12-15; Efesios 6:12; Daniel 10:13; Apocalipsis 12:7; Lucas 1:19; Hebreos 1:7, 14.