Fe es la creencia activa en la existencia de Dios y la confianza dinámica en Su Palabra. Dios nos ordena vivir por fe. Esto es la base esencial en el proceso de salvación. Sin fe es imposible agradar a Dios porque, para el hombre es la respuesta básica a Dios, conlleva a la obediencia y al cumplimiento del propósito de Dios. Porque por fe en la sangre de Cristo, somos perdonados y justicia nos es imputada. Tanto como un don de Dios y un fruto de Su Espíritu, la fe es perfeccionada a través de buenas obras que Dios ha ordenado.

Romanos 1:17; Hebreos 10:37-39; I Pedro 1:5, 9; Hebreos 11:1-6; Efesios 2:4-10; Romanos 4:5, 9-13, 20-22; 5:8-11; I Corintios 12:4, 9; Romanos 12:3; Gálatas 5:22; Santiago 2:14-26; II Corintios 5:7.