Bautismo es por inmersión total en agua después de un arrepentimiento genuino y la aceptación de Jesucristo como Salvador personal. Bautismo simboliza la muerte y entierro del pecador en la muerte y entierro de Jesucristo. Saliendo de la tumba de agua simboliza Su resurrección. Como también simbolizando purificación, bautismo lo prepara a uno para el recibo del Espíritu Santo. Cuando uno se levanta de la tumba de agua, él o ella es una nueva persona, guiada por el Espíritu de Dios para conducir su vida de acuerdo a los caminos de Dios.

Mateo 3:13-16; 28:19-20; Hechos 2:38; 8:12-17; Romanos 6:1-7; Colosenses 2:12.